Juntas al baño
El baño se ha convertido en un santuario para las mujeres, es el espacio de encuentro para contarse todo lo que por teléfono no se han podido contar y lo que no se puede hablar frente a cualquiera que no tenga el título de amiga. ¡Por cierto! ¿Han leído u oído la idea de que nacemos, crecemos, vamos juntas al baño, nos reproducimos, vamos juntas al baño y morimos? Pues de alguna manera tiene mucho de cierto, las mujeres podemos vivir sin novios, sin amigos, sin familiares, sin trabajo, pero nunca sin el baño.
Nadie enseña a las mujeres que el baño es un lugar al que se debe ir en grupos de dos o más, sin embargo, vamos juntas al baño por naturaleza e instinto.
La licenciada en psicología, Marifer Agostino, comenta que la costumbre de ir al baño juntas parece estar muy asociada a la necesidad de hacer volumen, con el fin de protegerse de posibles agresiones sexuales masculinas. Añade que existe una necesidad de exhibir y comparar, que ocurre tanto en hombres como en mujeres, pero en las chicas es más sutil y explica que las mujeres pasan en promedio más tiempo en el baño, porque allí se arreglan, se maquillan, conversan, se cuentan chismes, e incluso utilizan el baño para esconderse de los demás y poder expresarse libremente, sea llorando, riendo o hablando, por lo tanto, para esas expresiones emocionales, la mujer suele requerir la presencia de otra, al contrario de los hombres, quienes muy rara vez se exponen en esa forma frente a otros hombres quienes comunmente le dan un uso no estrictamente utilitario del baño.
El baño es el lugar ideal para dar consejos y recibirlos, consejos que pueden ir desde el color del labial, hasta cuál es el mejor método anticonceptivo. Los periodos menstruales, la menopausia, y hasta la infidelidad, son entre otros los temas que se abordan en el baño.
¡El baño nos define como mujeres! Nos ayuda no solo a crear sino también a renovarnos, lucir diferentes, mejorar nuestro ánimo, y hasta tomar decisiones importantes de nuestra vida personal.
¡El baño es el lugar de las verdades! Es ese lugar donde no se pueden ocultar los secretos y en el que la solidaridad femenina se reafirma, porque no solo nos hacemos compañía, sino que también nos prestamos ayuda; si la puerta del baño no es segura, tu amiga es la indicada para cuidarla y así sentirte confiada de que nadie va a entrar.
¡El baño para las chicas se ha convertido en un pequeño mundo! En donde siempre se escuchan historias a las que los hombres no pueden acceder y por lo cual es un misterio para ellos, quienes después de estas líneas tal vez, solo tal vez nos comprendan un poquito más, al menos en este particular aspecto de «jamás ir solas al baño, si una amiga está cerca».
¡Para algunas chicas ir juntas al baño representa un hábito! Comenzamos por hacer la cola, y mientras avanza, aprovechamos para hablar del chico que nos gusta; una vez que ya hemos entrado a nuestro santuario, hacemos nuestras necesidades, mientras la otra chica nos tiene la cartera, luego nos lavamos las manos, nos retocamos el maquillaje, nos peinamos, conversamos, chismeamos, criticamos a otras chicas, reímos, lloramos, nos miramos al espejo una y otra vez, cuadramos algún plan y salimos.
Testimonios:
“Las mujeres vamos juntas al baño para chismear de lo que está pasando fuera del baño. No es simplemente por no ir sola, sino porque en el baño se comparten los mejores chismes y comentarios de lo que está pasando, nos damos consejos unas a otras y además nos fijamos en que no se asome ni la panty ni el brasier y que el maquillaje no esté corrido”,
apunta Cristina.
Por su parte, Natasha afirma que va al baño para conversar en confianza con sus amigas.
“Normalmente cuando voy al baño, aparte de ir hacer del 1 o del 2, es porque me molesta algo o porque el chico que me gusta me miró y tengo la necesidad de hablarlo con mi amiga; y mientras me lavo las manos y me retoco el maquillaje, vamos chismeando. Las idas al baño acompañadas son una experiencia gratificante. No es lo mismo ir solas”. Señala.
“Nos encanta tomarnos selfies, hacer poses sexys, observarnos el trasero y las bubis (senos) para comparar cual es la más pequeña y la más grande, indican Sara y Andrea, quienes afirman que se divierten mientras están juntas en el baño, porque el baño de las mujeres en cualquier fiesta, bar, restaurante, o casa, es el lugar perfecto para pasar un buen rato y al mismo tiempo para desahogarse, donde cosas inusuales pueden pasar y qué mejor que estar acompañada de tu mejor amiga para estar preparada ante cualquier circunstancia”, Añadieron.
Así que ¡Mujeres! ¡Chicas! ¡Féminas! ¡Nunca dejaremos de vivir sin el baño!!!
Para ustedes chicos, que aún no terminan de entender el por qué vamos juntas al baño y el por qué nos demoramos tanto, procedo a aclarárselos:
Lo más obvio:
- Todas hacemos del 1 y del 2: Siempre es importante hacer nuestras necesidades fisiológicas, aveces de maneras extrañas (foto a la derecha).
- Nos sacamos los granos: Es inevitable mirarnos al espejo y no sacarnos los granitos que entorpecen nuestra belleza.
- Chismeamos y hablamos del chico que nos gusta: Los mejores chismes siempre se cuentan en el baño y hablar del chico que nos gusta es una de nuestras especialidades.
- Nos maquillamos: Primero muerta que mal arreglada.
- Observamos nuestras bubis para distinguir cuál es la más pequeña y la más grande: Nunca escapamos de este detalle. Es una necesidad fijarse en cuál es el seno más pequeño y el más grande.
- Nos tomamos selfies: Momento de risas, poses y publicación.
Lo más asqueroso:
- Cuando nos viene sin aviso y no tenemos toallas en la cartera: Nos vemos obligadas a usar papel higiénico enrollado. ¡Extra puntos de asco para aquellas que les toca!
- Hacerse del 2 por un susto: ¡Suele pasar! Y creo que siempre rogamos que no ocurra cuando estamos en un lugar público.
- Orinar en el lavamanos: Es una forma de competir y demostrar que las mujeres también podemos orinar en el lavamanos.
Lo más ardiente:
- ¿A quién le gusta tener sexo en el baño? A todas las mujeres nos encanta la idea de tener sexo en el baño.
- Nos masturbamos: en qué posición lo hacemos se lo dejamos a su imaginación, pero cuando el placer nos llega estando en el baño puede ser uno de esos lugares perfectos para satisfacer nuestros deseos.
- Nos observamos el trasero: siempre tenemos una obsesión por fijarnos en el trasero verificar ver qué tan grande y provocativo se ve.
- Hacemos twerking: vernos en el espejo del baño mientras practicamos estos bailes sensuales nos hace sentirnos más divas aún.
Y ustedes Amigas ¿qué añadirían a esta lista?
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