¿Cuándo nace la curiosidad?
Desde el instante en que nace (é incluso antes) hasta aproximadamente el año y medio el bebé explora su cuerpo, descubriendolo de a poco. Asi como tocan sus manos y pies, los genitales no se escapan de ese proceso exploratorio. Según la Asociación Española de Pediatría de atención Primaria (AEPap), desde que el niño es capaz de agarrar objetos (en torno a los 5 o 6 meses), es normal que inspeccione y toque su cuerpo y por ende sus genitales.
Tomando en cuenta que los genitales se encuentra cubiertos la mayor parte del día por el pañal, al infante solo le queda verlos, tocarles y hasta jugar con ellos cada vez que se le quita para cambiarle o bañarle, cosa que obviamente incrementa su curiosidad, por tanto, es importante que los padres hagan ver al niño sus genitales como una parte más de su cuerpo, algo natural, sin tabues, tal vez bañarse con ellos pueda ser una oportunidad para ello, tiempo ideal para descubrir la diferencia de los genitales masculinos y femeninos.
Sobre los seis (6) meses pueden aparecer las primeras conductas sexuales del bebé cuando por ejemplo comienza a frotar sus muslos con movimientos rítmicos de cadera cuando están boca arriba o cuando se mueve sobre manos y/o rodillas mientras se encuentra boca abajo.
Más tarde, aprenderán a frotarse contra algún objeto como un muñeco, la esquina de la cama o de un mueble. Esto no es más que una conducta exploratoria de su cuerpo, descubre sensaciones agradables, cosa que podría ser más frecuente alrededor de los dos años de edad, donde ademas de comprender mejor la diferenciación de los genitales de ambos sexos el infante ha dejado el pañal y el acceso a los genitales es más sencillo, por tanto pasa a otro nivel la autoexploración, con la cual descubren el placer de la excitación por medio de la masturbación.
Este comportamiento en general provoca alarma entre los padres y les sorprende, puesto que no saben si esta actitud es normal a tan temprana edad o si es un signo de algún tipo de trastorno o problema de su hijo. Para esos padres preocupados les dejamos saber que todos los especialistas coinciden en que este comportamiento no es algo pecaminoso ni fuera de lo normal por lo tanto debe ser abordado de ese modo, es decir evite regañarle, maltratarle o castigarle por ello, no olviden que esta conducta es en definitiva placentera para el niño, y es que si es placentero para usted con la edad que tiene, que queda para alguien que apenas descubre el placer de la autoestimulación.
Debemos tener claro que la masturbación es algo que al niño le gusta y le relaja, precisamente por ello es importantisimo el enfoque que le den los padres haciendole ver que su sexualidad es algo natural, que forma parte de la vida diaria y que la misma debe ser privada, intima. Si logramos que esta trancición pase satisfactoriamente tendremos niños que en un futuro creceran con una actitud positiva, sin miedos ni sentimientos de culpa que puedan afectar sus relaciones de adulto con algun tipo de trauma arrastrado desde la infancia.
Si la masturbación pasa a ser constante o ante situaciones fuera de lo normal, una sugerencia importante podría ser: Intentar distraerle y desviar su atención hacia otra actividad u objeto que sea significativo para él, sin darle mayor importancia, ya que es un comportamiento sexual normal del niño, la otra opción seria buscar la ayuda de un especialista que les aclare todas las dudas que puedan tener al respecto.
Articulo enviado por:Lic. Aida Gastelo C. Terapista Conductual en JADED Equipo de Alto Perfìl. (+58) 412.383.77.46 / aida6871@gmail.com