El travestismo se entiende como la acción de vestirse con ropas del sexo opuesto y a aquellos hombres que lo realizan continuamente se le tilda de homosexual, más no es necesariamente así. Si bien para muchos el travestismo es el primer paso a ser homosexual o transexual, también es cierto que hay un grupo de personas que asumen el travestismo como clara parafilia, entiéndase en este caso; placer sexual por el uso de ropas del género opuesto.
Para estas personas es simplemente el rol de un rato, sentir a flor de piel su lado femenino por unos minuto u horas, disfrutarlo e incluso, llegar al orgasmo con el uso de ropas del genero opuesto.
Es bueno a este punto separar el Travestismo del transformismo. Este último se refiere a las personas que se transforman por motivos artísticos, tal como lo hacían en el teatro desde la Grecia antigua hasta el renacimiento, donde las mujeres no tenían cabida como actrices y eran los hombres quienes tenian que interpretar los papeles femeninos. Más recientemente lo podemos ver en cine y Tv, imitadores en espectáculos e incluso aquellos conocidos en el medio como dragqueens o los dragkings.
La Historia Común
Resulta incongruente pensar en un hombre al que le guste vestir de mujer y que al mismo tiempo mantenga su interés erótico y afectivo por una mujer, pero todo tiene una razón de ser.
El común denominador de los travestís heterosexuales descubre esa afición por su lado femenino entre los 5 y 10 años por diferentes motivos. El principal de ellos es la curiosidad; la textura suave y sedosa al tacto de la ropa íntima femenina que les llevo a usarlas, o aquellos que se colocaron los zapatos de mamá experimentando.
Estos infantes que desconocen de lo sexual, les atrajo la excitación de usar la ropa femenina que tenían a mano (la de mamá, la tía, una prima o hermana) resulta extraño hablar de excitación en un niño, pero es precisamente su desconocimiento por este proceso, “la excitación sexual”… esa sensación de relax y la asociación de esta con las ropas femeninas, la que los lleva a usarlas una y otra vez. Lo cierto es que para la edad que se descubren travistiéndose, ya los valores y roles sociales estaban establecidos, lo suficiente como para asimilar que el vestirse de mujer era algo que debían ocultar pues nadie en su familia lo aprobaría y así el baño, su cuarto o la casa cuando quedaba sola, sería el espacio idóneo para travestirse.
Adolescencia
Llega el festival hormonal que implica la pubertad y con él la confusión. La sociedad les ha dicho que los afeminados o quienes se visten de mujer son homosexuales, sin embargo no era su caso pues no solo se excitaba con la ropa de mujer, sino con la mujer en si misma, tal como cualquier otro hombre. La guerra mental despierta miles de preguntas, ideas y muchas dudas… “me gustaría ser mujer, pero me gustan las mujeres” ¿debo operarme?, y si lo hago ¿seré lesbiana? preguntas que a la larga se resumen en ¿dónde y cómo encajo?
Ya con más conciencia la mayoría empezó a sentirse mal con esto, la ropa o bien la tomaban prestada (cuando tenían acceso a ella), de lo contrario la robaban o en el mejor de los casos la compraban. Luego de usarla y masturbarse se la quitarían abruptamente jurando una y otra vez no volver a hacerlo, hasta que un día superaban la culpa y volvían a caer en la tentación un proceso que los especialistas denominan “circulo neurótico”
Adultez
Ya en esta etapa las cosas suelen ser más sencillas, posiblemente ya vive solo y puede andar en ropas de mujer en casa, o bien tiene un auto en el que alguna vez ha salido manejando en la madrugada mientras vestía de mujer o simplemente puede pagarse una habitación de hotel para travestirse allí a placer. Mientras que aquellos que se han casado tienen en la ropa de sus esposas una tentación constante.
A estas alturas muy posiblemente ya pasaron por psicólogos y se les califico de enfermos y a la larga terminan decepcionados del “tratamiento” pues seguían igual o peor que al principio.
Cuestión de cuidado
La sociedad en que vivimos tiende a marginar al travesti por considerarlo raro, la familia puede llegar a repudiarle. En ese momento tiende a acercarse y formar parte de comunidades que al igual que él han sido marginadas y es precisamente allí donde son aceptados, pero también donde inicia el contacto con drogas y prostitución.
Por esto es que los especialistas recomiendan el apoyo incondicional e intentar la orientación sana, sin discusiones. De ser llevados con un psicólogo o terapeuta validar que tenga experiencia en el manejo de diversidad sexual, esto a fin que el mencionado especialista pueda orientar de la mejor manera a la persona y su entorno familiar, sin un enfoque homofobico (atacarle haciéndole creer que está enfermo no es la mejor medicina). Esto pudiese ayudar a identificar si solo se trata de un fetiche, tal como otro hombre lo tiene por los senos, los glúteos, el cabello de la mujer o la ropa de cuero. O si ciertamente se trata de un primer paso a la homosexualidad o es un transexual en potencia. En cualquiera de los casos apoyo, respeto y DIGNIFICACIÓN, son la clave.
La Cura
Lo cómico es que en muchos casos la tan ansiada cura llega sola, ¡si sola! sin explicación alguna o tan solo se trataba de conseguir algo que superase la excitación de usar ropa de mujer, esas ropas en la que encontraron refugio, relax y mucha excitación. Bien pudiese ser una esposa ardiente o unos hijos en los que se ven reflejados y no quieren que pasen por lo mismo, ó es precisamente la paz y amor que le trasmiten sus hijos lo que supero el deseo de usar ropas femeninas, esto por citar algunos ejemplos pues posibilidades hay miles.
También están los encuentran la cura justo cuando aceptan y asumen el travestismo como parte de sus vidas y adicionalmente logran conseguir una mujer que los acepte tal cual son, pudiese incluso darse el caso de que encuentren mujeres interesadas en el cambio de roles de género o simplemente una cómplice para maquillarse y vestirse “juntas”. Aunque a este punto es bueno acotar que las mujeres que aceptan esta situación, muchas veces necesitan apoyo psicológico por diversos motivos (si te interesa que ahondemos más en esto, coméntanos).
Basados en esto y a manera de consejo; Es importante que si tienen una pareja estable con la que pretenden casarse y usted amig@ travesti de closett no planea dejarlo, le sea 100% sincer@ a su pareja antes de seguir adelante los daños mutuos a futuro, pueden ser evitados con la honestidad, si realmente le quieren seguiran adelante…
Hoy en día ya hay empresas ofreciendo servicio de crossdressing por unas horas, ofreciendo vestuario, maquillaje, pelucas y más. Incluso hasta se realizan reuniones con esta temática.
Reflexión Final
Seguramente ya habrás encontrado más gente como tu gracias al internet, sus foros y valla que las redes sociales han ayudado a que iguales se encuentren y compartan experiencias, lo malo es que en muchos casos no con la suficiente pedagogía, concepto de apoyo o incluso ayuda. Tal como diría Platón, cada quien ofrece su verdad sin que esta sea necesariamente la única o absoluta.
Si haz usado ropas de mujer y aun te sientes hombre, ya sabes que no estás solo, y antes de seguir adelante con lo un posible proceso de feminización piénsalo bien, vive y disfruta tu travestismo, hay quienes se han operado y luego se arrepienten (hablaremos sobre las etapas de travestismo a transexualidad luego). Cuando se habla de sexo diversidad tú estas incluido, eres Travesti Heterosexual. No eres un psicópata, ni un pervertido tal como podrían pensar algunos, solo eres una persona que consigue placer sexual de una manera diferente al de la mayoría.
Lo extraño de todo esto es que en pleno siglo XXI la sociedad se siga empeñando en imponernos sus normas de género y quien se sale de eso sea catalogado de enfermo, haciendo que muchas personas vivan con sentimientos de culpa y/o vergüenza. Piensatelo por 5 minutos no querrías vivir bajo la lupa ni sentirte así… ¿o si?
Fuentes Consultadas |
Material de CRISALIDA |
Diversas entrevistas realizadas por el equipo de Sexo En 360º via redes sociales y personales con travestis y especialistas en el área |
Fotos |
Foto cabecero titulo propiedad de Leland Bobbé El resto propiedad de ClubCrossDresser y Pantyboyz |
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